domingo, 14 de julio de 2019

2. La Semilla. Un crisol de Culturas.


De un Sustrato fértil emergido de las aguas con un clima y sol único, nació una semilla repleta de culturas llamada Andalucía, que ha permitido a partir de un crisol multicultural, la tolerancia armoniosa en un proceso de encuentro entre varias etnias.




ANDALUCÍA

























Imagen Elena Sánchez
Pero… ¿por qué a esa semilla se le llamó Andalucía?


¡Recomponer historias que sucedieron en la antigüedad es emocionante porque nunca sabemos si llegaremos a toparnos con lo que sucedió realmente! 

Si queremos saber cuál es el momento más antiguo en el que aparece este nombre escrito tenemos que viajar a 716, año del que data una moneda, conservada hoy día en el Museo Arqueológico Nacional de España, con la inscripción Span por un lado y Al-Ándalus por el otro. El significado está envuelto en un halo de misterio, ya que Hispania no se traduce como Ándalus.
Primera moneda con la inscripción Al -Ándalus
En el siglo XIII, aparece el Andalucía, castellanización de al-Andalusiya, gentilicio árabe que se refiere a al-Ándalus. Durante este momento histórico algunos lugares de la península ibérica vivieron uno de los momentos de mayor esplendor de su historia.
Grafía árabe de la palabra al- andalus.
Y también está el origen latino de la palabra Atlanticum, Atlantis en griego, que dice que al-Ándalus es una derivación de la palabra Atlántida, o lo que es lo mismo, la isla sacada de la mitología. Este es el origen más misterioso y romántico porque se trata de un lugar que solo existe en textos, aunque muchas personas siguen buscándola hasta bajo el mar. Algunas fuentes como la Enciclopedia Inglesa o estudiosos como Dietrich Schwanitz apoyan esta relación. Si finalmente este fuera el origen de su nombre podría estar formado antes de la ocupación árabe.
 Sin embargo, Andalucía no siempre se ha referido a lo que hoy conocemos, es decir, a las ocho bellas provincias que la conforman. En época de la Reconquista cristiana, decir Andalucía era hablar de los lugares del sur que estaban bajo dominio musulmán. También Alfonso X el Sabio se refería a Andalucía en la segunda mitad del siglo XIII.

Romanticismo, historia, misterio, poesía, conquistas, distintas culturas… El nombre mágico de Andalucía tiene diversas versiones de su posible origen y, sin embargo, lo más importante es que todos estos relatos conforman y nutren la riqueza de este hermoso pueblo que enamora a quién la conoce porque somos Andalucía y somos las sensaciones que fluyen a lo largo de nuestra vida. Somos ciclos de emoción que nos empapan de momentos, que marcan intensamente cada etapa. Somos sonrisa y calma, sabiduría y renovación, fuerza y sensibilidad, amor y confianza, belleza, tiempo y magia. Somos creatividad y alegría. Somos Andalucía.
 Andalucía ocupa una situación única en España, en Europa y en el mundo. España solo a través de Andalucía es el punto de unión de dos continentes, de los dos mares más civilizados del mundo y de innumerables culturas que se han expandido y comunicado a través del Mediterráneo y del Atlántico. Además, Andalucía está cruzada en casi todo su territorio por un gran río, el Guadalquivir. Y he aquí el origen del nombre: “fértiles tierra cruzada por un gran río".
Desde los primeros tiempos de la historia esta región ha sido un atractivo para sus pueblos vecinos, por el lugar tan estratégico en que se sitúa, por su clima y por las buenas condiciones para todo tipo de actividad. Por ello han sido muchos los pueblos que han visitado este territorio y algunos de ellos se han quedado aquí muchos años.

Mirando hacia atrás, y analizando nuestros orígenes, encontramos que los primeros pobladores se organizaban en tribus y vivían en cuevas como la de Nerja en Málaga que está situada a 158 metros sobre el nivel del mar y es, con 4.823 metros, una de las cuevas de mayor desarrollo topográfico de Andalucía.

Más tarde en la edad antigua, hace más de 3000 años, Andalucía estaba habitada por el pueblo de los Tartessos que fue el primer país políticamente organizado de Europa. Su territorio coincidía con lo que es actualmente Andalucía, teniendo sus principales ciudades entre Sevilla, Cádiz y Huelva. Se dedicaban a cultivar la tierra, a criar ganado y sacar plata y estaño de las minas. La base fundamental de la riqueza de Tartessos fue la metalurgia y la exportación de los minerales de oro, plata, cobre, estaño, hierro y plomo. El oro abundaba en los ríos del sur y oeste peninsular. La plata en Huelva y el curso alto del Guadalquivir. El cobre y el estaño lo obtenían del occidente peninsular y británico. Su principal fuente de riqueza, una riqueza abundante que sin duda atrajo el interés de los pueblos de Oriente (sobre todo fenicios y griegos) en entablar relaciones comerciales y asentamientos urbanos. Los Tartessos nos han dejado interesantes restos arqueológicos, como el Tesoro del Carambolo y la Necrópolis de la Joya.
Posteriormente llegaron los fenicios que nos enseñaron el alfabeto, el uso de la moneda y los sistemas de pesas y medidas. La importancia de los restos arqueológicos encontrados parece demostrar que Andalucía constituyó uno de los puntos más importantes en sus colonizaciones, Necrópolis como la de Villaricos o fundaciones como Gades (Cádiz) son una prueba. Yacimientos como el de Sexi (Almuñecar), Guadalhorce o Mezquitilla. Fueron grandes navegantes porque disponían de una buena orientación astronómica y desarrollada arquitectura naval, los que les permitió practicar la navegación de altura y atravesar todo el Mediterráneo. Exportaron la dieta mediterránea y con ellos llegaron a nuestras tierras la oleicultura, la vinicultura, legumbres como la lenteja o el garbanzo, así como las salazones de pescado, bases de lo que hoy conocemos como dieta mediterránea. Fundaron poblados y ciudades que llamaron colonias y que aún hoy siguen existiendo. Por ejemplo:  Malka, conocida actualmente como Málaga.
 La presencia cartaginesa en Hispania sucedió a la fenicia, que se remontaba a finales del II milenio a. C., con la fundación mítica de Gadir (Cádiz). La Hispania o Iberia cartaginesa fue un periodo de la historia antigua de la península ibérica que comenzó con el paso de la dirección de las colonias fenicias a Cartago (coincidiendo con la caída de las antiguas metrópolis fenicias del Mediterráneo oriental y se mantuvo en el tiempo hasta su derrota frente a los romanos en la segunda guerra púnica (206 a. C.). Los pueblos colonizadores dejaron profunda huella en los indígenas a quienes enseñan el laboreo de las minas, la explotación de salinas y las industrias de salazón, introduciendo nuevos cultivos como el del olivo y nuevas técnicas agrarias como el arado. Los cartagineses además generalizan el uso de la moneda, que también habían empleado los griegos.

Los cartagineses fundan en Andalucía la colonia de Baria, en Villaricos (Almería) y establecen con los iberos relaciones comerciales e incluso lazos de parentesco ya que el rey cartaginés, Aníbal se casó con una princesa Himilce de Cástulo (Jaén).
 
UBICACIÓN DE CÁRTAGO
La cultura Íbera, desarrollada entre los siglos VII y I a.c cuenta con un rico patrimonio arqueológico se identifica con el periodo histórico de la Edad de Hierro. En términos étnicos la población que caracterizó la Cultura Ibérica es la misma que desde el Neolítico ocupó el territorio andaluz. Desde el punto de vista social y político era una sociedad aristocrática, lo que ya venía gestándose desde los inicios de la Edad del Bronce; una sociedad basada en el linaje extenso, es decir un grupo de parentesco unido por antepasados comunes.



Dominio Público

Desde un punto de vista tecnológico y económico, produjeron el instrumental agrario y las armas en hierro, fabricaron cerámica a torno, y dieron un fuerte impulso a la agricultura cerealista incorporando el molino rotatorio. También desarrollaron la arboricultura (almendro, vid, el olivo y los frutales) como nueva estrategia agraria. Tuvieron una cultura semejante, de base griega a la que cada uno aporta sus propios rasgos, pero nunca formaron una unidad política.

Los íberos fueron pueblos agricultores y ganaderos y además mantuvieron entre ellos y con los colonizadores fluidas relaciones comerciales, creando incluso una moneda. En la sociedad se distinguen una aristocracia de agricultores y ganaderos, los guerreros y los siervos. Al parecer se organizaban en tribus y clanes. Establecieron gobiernos monárquicos, a cuyos reyes llaman régulos, jefes militares que controlaban extensos territorios. Los príncipes, sobre todo en el siglo IV a.C., dieron un gran desarrollo los talleres de escultura como lo demuestra la aparición de los extraordinarios conjuntos de esculturas de Cerrillo Blanco en Porcuna y del Cerro del Pajarillo en Huelma que actualmente se pueden contemplar en el Museo de Jaén.

                                      CC. Jesús Serrano                     CC.Ángel M. Felicísimo.

Practicaban una religión naturalista adorando a la diosa-madre, a animales reales como el caballo y el toro y a animales míticos (grifos). Situaban sus santuarios fuera del poblado en bosques o abrigos rocosos y ofrecen a sus divinidades exvotos. Veneran a los muertos construyendo necrópolis de incineración y monumentos funerarios con ajuares de armas, útiles y cerámica.


Varios siglos después, concretamente en el siglo III a.C., las que hoy conocemos como tierras andaluzas fueron conquistadas por el Imperio Romano. Este pueblo influyó muchísimo en nuestra cultura y formas de vida. Hace 2.000 años el pueblo romano consiguió ser el más poderoso de su época y formaron un gran imperio que llegó a extenderse por todo el Mediterráneo ocupando casi toda Europa y parte de Asia y África. La capital del imperio fue Roma y en ella comenzaron a construirse grandes vías, puentes y calzadas que la comunicaban con el resto del imperio. 
Dominio Público

El territorio de la Península Ibérica fue llamado Hispania por los romanos. Según el periodo de colonización, fue dividido por 2, 3 y 5. Así que el mapa de aquella época era muy diferentes al de nuestros días, porque ahora España está formada por ¡50 provincias!
La capital de la Bética era Córdoba. En la época de Julio César, Cádiz fue una de las ciudades romanas con más población de todo el imperio. Dos emperadores de Roma nacieron en la Bética: Adriano y Trajano y el ilustre filósofo Séneca.
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ADRIANO Y TRAJANO

          Dominio público
Los romanos nos transmitieron su lengua, el latín, que se ha ido transformando en las lenguas que hoy conocemos, también en la actualidad seguimos utilizando los números que ellos nos enseñaron, son los números romanos. 
Ellos se divertían en grandes espectáculos como la lucha de gladiadores en el anfiteatro, las comedias de teatro, las carreras en el circo y los baños en las termas. Crearon grandes ciudades que tenían amplias calles empedradas, monumentos y fuentes, también tenían un acueducto para llevar agua a las fuentes y las termas. También construyeron templos para adorar a los dioses, ya que eran politeístas, es decir, creían en la existencia de muchos dioses. Sus ciudades estaban rodeadas de murallas para protegerlas de los ataques de los enemigos y tenían un foro, que era el centro de la ciudad donde se reunían para hablar de los asuntos importantes. Construyeron puentes, teatros, circos, carreteras, columnas y estatuas, crearon las ciudades. Los ejemplos más importantes: Baelo Claudia (Cádiz), Acueducto de Cártama (Málaga), Baños Romanos de la Hedionda, Itálica (Sevilla).
GloriAna

El pueblo godo fue un pueblo germánico oriental, dos de cuyas ramas, los visigodos y los ostrogodos, tuvieron un importante papel en la caída del Imperio romano de Occidente y la emergencia de la Europa medieval.

Batalla entre godos y romanos.
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Los godos y los germanos fueron los pueblos bárbaros que penetraron en el Imperio Romano aprovechándose de su decadencia y ayudando en su caída. Los visigodos penetran en la península procedentes de la Galia a principios de siglo V e instalan su capital en Toledo otras de las ciudades importantes en la época visigoda serán Sevilla y Córdoba. El dominio visigodo acabará con la invasión musulmana a partir del año 711.
Los restos arquitectónicos visigodos son escasos y mal conservados lo que no se corresponde con las fuentes históricas que aseguran una gran vitalidad cultural en Andalucía cuyo foco principal fue la Sevilla de San Leandro y San Isidoro. Caben destacar también los restos de la basílica de la Vega del Mar en San Pedro de Alcántara, Málaga.
Los restos escultóricos de la Andalucía relacionada con los visigodos datan del siglo V al siglo VII. Se reducen a relieves en los que se advierten técnicas orientales que aportan claridad espacial y carácter plano al conjunto. En general son piezas relacionadas con la arquitectura como capiteles, pilas bautismales, cínceles, etc. Algunas piezas a destacar son el canceler de la Mezquita de Almonaster en Huelva, los frontales de los sarcófagos de Ecijar y la pila bautismal del Museo Arqueológico de Sevilla.
Hay que mencionar la importancia de la orfebrería visigoda que en Andalucía se ejemplifica con el Tesoro de Torredonjimeno en Jaén. El tesoro de influencia bizantina se compone de: coronas de reyes, pequeñas cruces y engarces de cadenetas. El material empleado es el oro, las piedras semipreciosas y el esmalte.

Alumnado IES Monterroso. Profesora Mª Carmen Moreno
En el año 711 el gran general musulmán, Tariq ibn Ziyad, acompañado por un ejército de 7.000 soldados, cruzó el estrecho desde el norte de África hacia España.
 
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Durante ese tiempo, el gobierno visigodo de España, dirigido por del Rey Rodrigo, estaba debilitado. La tierra dominada por los musulmanes fue llamada Al-Andalus, actualmente Andalucía. Luego ordenó la construcción de la Mezquita de Córdoba como símbolo del Islam y del poder. Surgió un periodo de enriquecimiento en el comercio, la arquitectura, arte, literatura, ciencia, y la matemática. En esos tiempos, la cuidad de Córdoba fue uno de los lugares más reconocidos en Europa. Era una de las ciudades más pobladas en el continente Europeo y el centro de las ciencias.
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Durante los años que los musulmanes dominaron a España, la democracia pluralista fue practicada, donde gente de todas las religiones (cristianos, musulmanes, y judíos) vivieron juntos en paz y prosperidad.

         Surgió un periodo de enriquecimiento en el comercio, la arquitectura, arte, literatura, botánica, ciencia, astrología, educación, matemáticas y medicina. En esos tiempos, la cuidad de Córdoba fue uno de los lugares más reconocidos en Europa. Era una de las ciudades más pobladas en el continente Europeo y el centro de las ciencias. En todo el territorio se efectuaron bibliotecas, hospitales, institutos de investigación, y centros para estudios Islámicos. Introdujeron innovaciones técnicas en los molinos, la naútica, el tejido.

La lengua española evolucionó y el árabe fue el idioma oficial en la mayor parte de España. Actualmente en la lengua castellana o el español hay más de 6.000 palabras de origen árabe. La expresión más famosa española “¡Ole!” viene de la palabra árabe “Wallah” que significa “por Dios.”

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        Algunas ciudades en España mantuvieron sus nombres árabes. Por ejemplo: Granada, Andalucía, Medinas, Alcalá, y Córdoba. Guadalquivir, en árabe es Wadi al-Kabir que significa el gran río valle. 

La influencia de los árabes en el arte española es la más sobresaliente. Bellas obras arquitecturales como el palacio Alhambra y el Generalife en Granada, la Mezquita de Córdoba, la Giralda y Alcázar en Sevilla. Hoy día se conservan los bellos jardines de los palacios de los emires. Son siempre verdes y con agua corriente, acentuando la importancia del agua y pureza en la religión musulmana.


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 La poesía estaba muy presente durante el imperio musulmán. La Poesía adorna muchas estructuras como Alhambra y el Generalife. Obras literarias árabes que influyeron la música española fueron las jarchas, coplillas de temas románticos, casi siempre caracterizados por una mujer que le canta a su enamorado. El arte del flamenco, influenciadas por los árabes, nació en Al-Andalus.
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Los musulmanes permanecieron en España por siete siglos, hasta 1492, cuando fueron expulsados a fuerza por los reyes católicos, Fernando de Aragón e Isabela de Castilla. Repoblaron Andalucía y facilitaron expediciones a lugares hasta ahora desconocidos.
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Los Reyes Católicos tuvieron una idea clara y, en base a ésta, ejercieron su reinado: la unión peninsular. El primer gran paso que dieron para la ansiada unidad fue conquistar el único territorio que aún quedaba en manos musulmanas: el reino de Granada. Tal hecho se produjo en 1492 tras la rendición de Boabdil.
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La obra representa el momento en que Boabdil, que fue el último rey nazarí de Granada, rindió la ciudad de Granada en 1492 y entregó las llaves de la misma a los Reyes Católicos.
Otro vital acontecimiento histórico que tuvo lugar en 1492 fue uno de los descubrimientos más importantes de la historia, el descubrimiento de América.
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Iniciaron la unidad en España y reafirmaron la autoridad frente a la nobleza. En lo que se refiere a política interior, los Reyes Católicos trataron de dotar de modernidad al sistema de gobierno y salir, poco a poco, del feudalismo de la Edad Media. La creación de consejos como el de Castilla, el del Estado o el de las Indias fueron algunas de las decisiones tomadas por Isabel y Fernando con este propósito.

La historia de Andalucía es el resultado de un complejo proceso en el que se fusionan a lo largo del tiempo diferentes pueblos y culturas, así como diferentes realidades socioeconómicas y políticas. A pesar de la contemporaneidad de la formación del Estado Autonómico Andaluz, no se puede olvidar la impronta que han dejado por el actual territorio andaluz pueblos como Tartessos, fenicios, íberos, cartagineses, el romano, godos, el bizantino, el andalusí,  o el castellano.


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La cultura andaluza es fruto del paso de diferentes pueblos y civilizaciones que, con el tiempo, han ido conformando una identidad cultural propia. Estos pueblos, algunos muy diferentes entre sí, han ido dejando una impronta lentamente asentada entre los habitantes.

BIBLIOGRAFÍA

·         Blog Andalucía paso a paso
·         Andalucía un poco de historia
·         Cuevas de Andalucía
·         El Misterio de los Tartessos,
·         ¿Quiénes eran los fenicios?
·         El viaje de los íberos
·         Los cartagineses en Andalucía
·         Patrimonio cultural andaluz
·         El origen de Andalucía





















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